A veces, simplemente tienes que tomar la decisión de ser feliz.

sábado, 5 de noviembre de 2011

Dos de noviembre de dosmil once. Primeros de mes, un miércoles como otro cualquiera me levanto temprano para ir al instituto, me visto, voy al baño y después desayuno, me lavo los dientes, salgo de casa y bajo a recoger el metro. Se presenta un día normal, es gris, puede que llueva y hace bastante frío. Son las 08:30 de la mañana y toca el timbre, primera hora, FOL. Una clase eterna, larga donde las haya. Segunda hora, POSITIVADO. Estando sentada en mi silla, aburrida sin hacer nada, solo pintando palabras sin sentido en un cuaderno, me llega un mensaje. "Es él, estoy segura". Y si, es él; e contesto y me vuelve a responder. Tercera hora, otra tan larga como la primera, dos minutos para el descanso tan merecido. Pasa todo el día y ya porfin al gym; entro, y ahí esta, con dos amigos. Tan guapo como siempre. Está nervioso, pero se le ve seguro. Me acerco, pero no hablo, solo sonrío. Nos vamos juntos, nos sentamos y no para de interrumpir gente, pero no importa, estoy sentada con él, que es lo que de verdad cuenta. Le miro, me acerco, se acerca, nos acercamos tanto que puedo sentir sus labios rozando los mios. Está pasando, vuelve a pasar y todavia no me lo creo. Estoy con él, apoyo mi cabeza en su hombro y miramos para alante, es totalmente increible, le tengo a mi lado. Pasa el tiempo más rapido de lo normal, ya me voy a casa, le beso, el último beso de un día tan precioso como ha acabado siendo hoy.
Quien me lo iba a decir, un dia gris como ha empezado siendo hoy acaba siendo uno de los más felices gracias a él.

No hay comentarios:

Publicar un comentario